Abecedario del cuerpo imaginado.
Mar Benegas y Guridi.
Editorial A buen paso, 2013.
- “A mí es que no me gusta la poesía, profe…”
¿Cuántas veces habré escuchado frases como ésta a mis alumnos?
Y tampoco es de extrañar. Cuando uno mira los poemas que aparecen en los libros de texto, encuentra solamente ripios y poemillas con rimas fáciles y temas excesivamente infantiles (la mariposa se posó en la rosa y la niñita cogió una florecita), hasta que de repente un ejercicio propone un análisis métrico y estilístico de la Égloga III de Garcilaso…
Menos mal que hay vida más allá de los libros de texto. Menos mal que hay obras absolutamente maravillosas como el Abecedario del cuerpo imaginado, de Mar Benegas, con ilustraciones de Guridi.
El libro, editado por A Buen Paso, es de esos que, aunque sólo sea como objeto, ya es precioso. Con una encuadernación japonesa, formato grande y alargado, color púrpura… En su interior, 27 haikus (poemas breves, de tres versos de 5, 7 y 5 sílabas), 27 ilustraciones, y toda una ventana abierta a la poesía.
Al final, Mar Benegas explica mejor que nadie qué son los haikus, y cómo escribirlos.
Y así me puse yo manos a la obra con mis chicos y chicas de 1º de ESO. Habían quedado fascinados con el libro y les conté, además, que había conocido a Mar, que me lo había dedicado y que me había dicho que, si ellos escribían algo, le gustaría que se lo mandase. Y escribieron, claro. Con una ilusión mayor de la que habían puesto en ninguna otra actividad hasta entonces. Nos saltamos un poco las normas: hay primeras personas, hay emociones, alguna metáfora, no todos hablan de la naturaleza… Pero son suyos. Y es poesía, creo:
El pegamento
es para pegar cosas;
no une a la gente.
Él me quería
sólo por interés.
No sé qué hacer.
El malherido
pensó en la luna fría
aquella noche.
Yo lo maté
sin ninguna piedad…
¿despertará?
Todos los días,
cuando salgo a la calle,
oigo silencio
Tiembla la casa
con tantas ilusiones
que se derrumba.
El mundo quiere
lo que nadie consigue
¿Qué pasará?
Es el invierno:
La colina sin nombre
entre la nieve.
Sabana asiática,
lugar de plantas secas
sin gota de agua
La pumarada
Nacimiento de frutas
Solo manzanas
La ciudad viva,
fuente de inspiración,
corre con prisa.
Escribo Haikus
para clase de Lengua
¿Estará bien?
Es navidad.
Espero los regalos
con ilusión
Yo soy un mago.
Hago trucos con cartas.
Gente feliz.
Qué raro es él…
Por las noches se va
y nunca vuelve.
Es el amor
una guerra imposible.
¿Podré ganar?
Después de aquello
nunca nada volvió
a ser lo mismo.
Gotas acuáticas
salpican el paisaje
de la existencia.
Viajo en el cuadro,
camino los colores.
Amo el museo.
La luna es blanca
El gesto de su cara
muy blanco y frío.
Escribieron los haikus, primero a mano y después a ordenador, para mandárselos a Mar (que hay que trabajar también la competencia digital…). Luego, yo dije “¿Los ponemos en una cartulina y los colgamos en el corcho? Y ellos, que tienen una sensibilidad poética absolutamente extraordinaria, propusieron: “Sí, pero de forma individual, cada uno en un trocito que recorta con la forma que quiera… Y mira, profe, estamos hartos de ese cartel que tenemos ahí, que dice “¿Te gusta correr?” ¿Y si ponemos que lo que nos gusta es volar?”
Pues eso. A mis alumnos de doce años les gusta volar. Y les gusta la poesía.
(Emma Cabal)
Eres la mejor, Emma. Desde luego, tus actividades de los viernes hacen posible una cosa que, de otra manera, sería muy difícil, por no decir imposible, de hacer. Yo, por mi parte, soy incapaz de escribir lo que me gustaría, solo puedo escribir pequeños cuentos y poesías con, la verdad, no mucha originalidad. Espero mejorar con la edad.
Muchísimas gracias por tus palabras, “lector”.
Pero yo sólo soy una profesora como otras muchas (y muchos) a la que le entusiasma la literatura e intenta transmitir ese amor en sus clases. El verdadero mérito es de los autores y, sobre todo, de los alumnos.
En cuanto a ti, sigue leyendo y no dejes de escribir. Estoy segura de que lo haces muy bien.
No sé si de verdad habrá más profesores y profesoras como tú, Emma, pero sí que sé que tú eres la mejor profesora que jamás he he tenido (incluyendo a profesores y maestros/as). Eres la primera que consigue hacer que me guste la asignatura de Lengua, cosa que jamás me había pasado. consigues hacer que la teoría más aburrida del mundo sea amena y más llevadera y, además, que me ponga a escribir tratando de superarme. Sí, antes también escribía, también aguantaba las clases de Lengua y sacaba dieces y nueves, pero no lo hacía deseándolo, más bien, como una obligación. Respecto a mi manera de escribir… No gozo de experiencia para valorarme y, aún así, no me autoevaluaría objetivamente, pero sí que puedo decir que no es más que lo que escribiría cualquier persona que, simplemente, leyera.
Excelente artículo,hay que empezar a estimular a los niños para que expresen y expliquen hechos,emociones a través de la poesía. Es la idea de algunos que nos dedicamos a esta maaravillosa y a la vaz difícil profesión.En mi blog Racó poètic Bellvitge puedes encontrar infinitas poesias en catalán y castellano variadas y sobre temáticas diversas.
Un saludo,
Maribel
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