AKIM CORRE
TEXTO E ILUSTRACIONES: CLAUDE K. DUBOIS
LÓGUEZ EDICIONES 2015
La ilustradora belga Claude K. Dubois en apenas 96 páginas hace un recorrido preciso por lo que supone hoy en día el drama de cientos de miles de personas. Akim es un pequeño que a causa de la guerra es separado de su familia y de su entorno y emprende una huida involuntaria.
La guerra de Akim no tiene nombre. Puede ser Siria, Camboya, Ruanda, Vietnam, Bosnia o Irak. Todas valen para provocar el mismo dolor.
Akim se llama Akim, pero podría llamarse Ly Yuan, Mohamed, Fátima o Zoltan. Su pueblo puede ser cualquiera: uno pequeño, tranquilo y apacible, que deja de serlo cuando el odio gana. Y el campo de refugiados podemos encontrarlo hoy en Zaatari, Jordania, o en Argelès-sur-Mer en 1939, que fue destino de tantos españoles.
La autora no siente necesidad de poner nombre al horror. Le basta con un texto escueto, directo y sencillo y unas ilustraciones sin apenas color, pero poderosísimas en su tristeza, bellas y claras a la hora de narrar la historia.
Así nos recuerda que ésta puede ser la vida de cualquiera, que víctimas y culpables podemos ser todos.
Señalar también, que me llama mucho la atención, la importancia que en las imágenes adquieren las manos, a veces más protagonistas que los rostros. Aparecen manos que se atan desesperadas a lo que ha sido la infancia, manos que se separan de lo que más quieren, manos que amenazan con fusiles y otras, desconocidas y generosas, que se abren y se estiran para recoger a los que caen.
Este es un libro que he trabajado con alumnos de 3º ESO en momentos diferentes y siempre funciona. Y aunque como he dicho, lo utilizo en 3º, creo que es válido para cualquier edad.
Los comentarios en el aula que siguen a la última página son variados: “profe, no hacen falta palabras, con las imágenes basta”, “¿y qué les pasa a él y a su madre al final?”, “me apetece abrazarlo, se parece a mi hermano”…
Y es que a mí también me apetece abrazarlo.
Si un libro consigue que nuestros alumnos y nosotros mismos queramos proteger a los niños de todas las guerras es que sirve. Y sirve sobre todo hoy, que se levanta tanto discurso de odio hacia el distinto, hacia el otro, hacia el que viene de cruzar mares oscuros, hacia el que tiene que escapar para salvar la vida.
Este libro sirve porque con él nuestros alumnos se ponen del lado de Akim, que es ponerse del lado de los buenos, aunque pierdan. Y comprenden que ayudarle para que cese en su carrera, descanse y se sienta seguro, a lo mejor es una forma de evitar que un día tengamos que correr todos.