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WANGARI Y LOS ÁRBOLES DE LA PAZ

WANGARI y los árboles de la paz

Autora : Jeanette Winter

Ediciones Ekaré .

Primera Edición año 2009

“Wangari vive bajo los árboles, a la sombra del Monte Kenia”.

Así comienza este libro impregnado en compromiso y superación, donde se nos cuenta la historia basada en hechos reales de la protagonista, Wangari Maathai.

A través de la lectura, la autora nos traslada  a  revivir la infancia de Wangari en su país natal: cómo ha sido esa primera etapa de su vida y cómo, al paso de los años, su amada Kenia se ha transformado en un lugar devastado.

Pero, lejos de mantenerse impasible ante la situación, Wangari comienza a crear un proyecto de lucha junto con otras mujeres, con el objetivo de devolver a Kenia su hábitat natural. No será fácil. Sufrirá por ello, pero el fin habrá valido la pena.

Las ilustraciones, al igual que la historia, gozan de una delicadeza extraordinaria en cuanto a las texturas, contraste en los colores y figuras sencillas de interpretar.

La autora de este  libro  álbum  ilustrado  es  Jeanette Winter, nacida en 1939 en el seno de una familia Sueca que emigró a los Estados Unidos. Fue su tío abuelo el que le transmitió el amor por la pintura, lo que la llevó a estudiar en el Art Institute de Chicago y a convertirse en una de las autoras de álbumes documentales para niños más reconocida en todo el mundo.

Wangari Maathai nació en una aldea de Kenia y, gracias a su esfuerzo y tesón, logró ser la primera mujer africana en obtener un doctorado en Ciencias Biológicas.

Wangari comenzó con el movimiento verde en Kenia en 1977 y consiguió no sólo un repoblamiento de millones de árboles en su país, sino que muchísimas familias obtuvieran ingresos para una vida más próspera.

Wangari Maathai fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2004. Todo un ejemplo para hombres y mujeres.

Noelia L. A.

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MIRA HAMLET

Mira Hamlet

Autoría: Barbro Lindgren, Anna Höglund (il.)

Editorial: Thule Ediciones

Edición: 1ª (marzo 2019)

La relación con los libros es la misma que con las personas: a veces te aproximas a ellos porque son buenos amigos de tus amigos y te los presentan, a veces los conoces por oír hablar de ellos en tus círculos sociales, a veces te los encuentras por casualidad o en una cita a ciegas. Hay algunos de tu juventud que no olvidas nunca y a los que vuelves de vez en cuando; otros, te resultan totalmente indiferentes; con algunos no hay “química” ninguna por mucho que te empeñes o, aunque reconozcas que sí, que podrían ser perfectos para ti, sabes que no han llegado en el momento adecuado;  a algunos, unos pocos, los amas, lentamente,  o como si  fueran “un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio”.[1]

                  No sé muy bien por qué he escrito esto si lo único que yo pretendía decir es que con Mira Hamlet viví un auténtico flechazo. Lo quise nada más verlo y, en cuanto lo leí, , escribí en mi muro de Facebook: “Absolutamente genial, divertidísimo, superaprovechable en clase. Genial, genial”. Me enamoraron ese conejo siempre triste de orejas gachas y el resto de personajes, el humor y la ironía del escasísimo texto y las ilustraciones de BARBRÖ LINDGREN y ANNA HÖGLUND. Me enamoró todo.

                  Se lo enseñé a varios compañeros del Instituto y la opinión fue unánime: “bueno, bien, pero es tan infantil…” ¿Infantil? ¡Ay, dios! Yo estaba convencida de que no lo era, todo lo contrario. Para poder reírte con una parodia, tienes, necesariamente, que conocer el elemento parodiado. ¿Donde está, si no, la gracia? Y ningún niño pequeño ha leído Hamlet.

                  El caso es que lo arrinconé, en parte desmoralizada por las opiniones negativas y en parte porque no encontraba el alumnado que pudiera valorarlo.

                  Pero la ocasión llegó cuando por fin pude impartir la materia de Literatura Universal, con un grupo de chicas (todas chicas) maravillosas. Leímos en clase Hamlet y Romeo y Julieta. Les enseñe luego Mira Hamlet y se rieron a carcajadas, les encantó. Así que nos propusimos hacer un “Mira Romeo y Julieta” en clave audiovisual, una lectura rápida de la obra de  Shakespeare, un cortometraje con un texto en off similar al de este primer “Mira”, y con varios guiños incluso a La guerra de las galaxias. El resultado final no hace justicia a lo bien que lo pasamos preparando la grabación, pero quedó algo muy decente, aun en año de pandemia:

Este año, Mira La Ilíada en cómic. Y a seguir disfrutando con mi trabajo.

Emma Cabal.


[1]       Julio Cortázar.