0

¿AÚN CREEMOS EN LAS HADAS?

El misterio de las hadas.

Arthur Conan Doyle

Jacobo Olañeta ed., 2017

EL MISTERIO DE COTTINGLEY

En 1917 Arthur Conan Doyle, padre de Sherlock Holmes, escribió otro libro menos conocido pero que le llevó meses de investigación y se convirtió en una obsesión para él: El misterio de las hadas. Poco tiempo antes habían llegado a sus manos las fotografías de dos niñas rodeadas de pequeños seres alados. En una sociedad interesada por lo paranormal, aquel suceso montó bastante revuelo y muchos se acercaron, como Doyle, al pueblo de Cottingley para ver si las hadas existían.

¿ Qué pasaría si mañana llegaras al aula o te acercaras a tu hija y le preguntaras si las hadas existen? He de reconocer que a mí me costó hacer esta pregunta en clase. Hacerla en serio. Cuando el año pasado en junio mi alumnado votó el proyecto que serviría como hilo conductor en este curso y salió por mayoría las hadas sentí cierto desasosiego. Es habitual leer que hoy día la narrativa de siglos pasados no llega a la infancia, que si no aparecen móviles y chascarrillos en su jerga, pierden la atención y el interés. Además, ese inevitable sexismo que llevamos incrustado me hizo pensar que quizás a los niños varones del aula no les haría mucha gracia pasarse el curso dibujando, investigando o leyendo sobre pequeños seres rodeados de flores. Me imaginaba con mis tarjetas de Cicely Barker sola, en medio del aula, sacudiéndolas para llamar su atención.

Pero lo cierto es que somos los adultos los que ya no creemos en las hadas. Criticamos que la infancia ya no tiene interés, que solo quieren ver pantallas y premios rápidos y vacíos. Y como solución ofrecemos el Class Dojo en un inmaduro “si no puedes con tu enemigo, únete a él”. Pero, ¿hemos intentado otra cosa? ¿Hemos comprobado si de verdad son ellos los que exigen una fast Education o es que nos resulta más cómoda a nosotros?

¿Cuánto hace que no llevas un cuento de hadas al aula?

Al final me armé de valor y cuando el 14 de setiembre entraron en el aula se encontraron con varias fotos de una mujer en blanco y negro y un cartel que ponía “El misterio de Cottingley”. Esas eran las dos primeras pistas. En días posteriores se llevaron más palabras clave a casa para comenzar a tirar de un hilo, un hilo invisible y mágico. Pronto sabrían lo que ocurrió en aquel pueblo inglés, tras la primera guerra mundial, y espontáneamente surgió el debate: ¿las hadas existen?

Algunos estaban convencidos de que la versión oficial del fotomontaje es la verdadera, otros prefirieron creer que alguna de esas hadas era real. Pronto aparecieron hipótesis que fuimos anotando. Aún no habíamos abierto un libro, pero ya sabíamos quiénes eran Arthur Conan Doyle y Cicely Barker.

Luego solo tuvimos que empezar a leer. Los buenos proyectos están vivos, pero hay que saber escucharlos. Pudo haber sido cosa de un día, o una semana, pero de momento las hadas han llenado la clase y nadie quiere que salgan.

Comenzamos con la Enciclopedia Las Hadas de Sebastien Perez, editada por Edelvives. Al principio pensé que era una propuesta bastante comercial y que resultaría previsible, pero lo cierto es que está escrita con mimo y que es ideal como lectura o propuesta inicial, ya que está llena de referencias mitológicas y literarias, por lo que nos invita a ir tirando de ese hilo invisible y nos genera ganas de leer más y más y de crear en torno a lo que nos muestra. Todo el alumnado espera impaciente descubrir el secreto del niño que protagoniza la historia marco y con la lectura de cada página, que hacemos a última hora, justo antes de irnos para casa, surgen incontables inquietudes y ganas de hacer: mobiliariario para hadas, investigar sobre las parkas, debatir sobre los celos… el currículum nos corta las alas, pero tan solo necesitaríamos la lectura de este libro para llenar las 5 horas diarias con actividades que ellos mismos proponen.

Pero aunque el currículum nos quiera meter en vereda -y es cierto que no podemos olvidar los objetivos y los saberes que tenemos que lograr- siempre encontramos la manera, todas las semanas, de dejar que la magia de las hadas nos enseñe lo que es la simetría o los centímetros, en matemáticas, o nos ayude a aprender a decodificar, en lengua, a hacer un autorretrato, en plástica, o una investigación con Google Lens sobre las flores de la zona, en conocimiento del medio.

Junto a este libro vamos intercalando otros: Historia Natural de las Hadas (Emily Hawkins), Imelda y el Rey de los Duendes (Briony May Smith), La Bella Durmiente, Rincones Secretos de las Hadas Flores (Cicely Barker), La pequeña brujita Hazel (Phoebe Wahl), etc. También tenemos siempre cerca la caja de postales “Flower Fairies. One hundred Postcards”, que nos sirve tanto de abecedario para jugar como de revulsivo para la investigación botánica.

El viernes pasado, nada más entrar en el aula, una niña a la que le costó adquirir la lectoescritura preguntó con urgencia: “¿Cuándo vamos a seguir con el cuento?”. Luego supe que se había pasado la tarde anterior dando vueltas al story board del cuento que tienen que hacer como tarea de lengua este mes. Lo que empezó como un proyecto tímido en el que yo, que ya no creía en las hadas, no tenía muchas esperanzas, se ha convertido en un universo que se va comiendo las paredes y rincones del aula con plantas, tarjetas, hadas casi transparentes, dibujos, cuentos y bellotas que esperan convertirse en utensilios para esos pequeños seres.

No se si será algún polvo mágico o si simplemente han sido ellos, mi alumnado, los que me han demostrado que, en las aulas, las hadas todavía existen.

Noemi

0

UN PAR DE OJOS NUEVOS

Un par de ojos nuevos

Ellen Duthie

Javier Sáez Castán y Manuel Marsol (ilustradores)

Wonder Ponder

Un par de ojos nuevos es un álbum que nos narra la historia de Vinayaki y sus amigos. Desde el minuto uno, nos enamoramos de cada personaje y sus emociones las hacemos nuestras. Propongo representarla, como estamos haciendo con otro cuento, y comienza la elección del personaje:

– ¡Yo quiero ser Gordon, yo Vinayaki…! Todas y todos, incluso unas ex-alumnas que nos visitaron el día que comenzamos la lectura del álbum, tenían un peluche o muñeco estropeado, y en algunos casos contaban que los cosían y arreglaban:

 – Mi mamá tiene un oso de cuando era pequeña que le falta un ojo …

 – En casa de la abuela arreglamos peluches y muñecos estropeados y les metemos relleno -cuentan las invitadas que escuchan la lectura con atención.

Yo les cuento que tengo un oso grande que era de mi hijo mayor y que lo traeré a clase para ver cómo podemos arreglarlo. Como veis, al comienzo de la lectura tenemos que interrumpirla varias veces por la necesidad que tienen de contar sus vivencias. No leo el cuento entero, solamente los dos primeros actos, porque la historia, como obra de teatro en potencia, está narrada en siete actos. En el acto tercero, la onomatopeya del título (POM pom pom ) nos hace parar la lectura y ensayamos cómo decirlo, cómo leerlo, teniendo en cuenta que el primer POM  está en mayúsculas  y los otros dos en minúsculas. No se cansan de repetir los tres golpes con el tono adecuado, grabamos audios para luego oírlos. En este acto aparecen tres personajes más, a cuál más divertido, así como un momento de alboroto, con onomatopeyas incluidas, que les encanta, Repetimos la palabra ONOMATOPEYA, la explicamos y buscamos ejemplos además de los que aparecen en la lectura. Formamos la palabra “onomatopeya” con letras de cartón, contamos cuántas letras tiene, las deletreamos y, como hacemos siempre, buscamos en ella palabras escondidas. La caja de onomatopeyas se hace necesaria y se irá llenando inicialmente con las que aparezcan en este álbum.

El día que retomamos la lectura , recordamos lo que habíamos leído y vemos, mejor dicho escuchamos, que otra onomatopeya da entrada al acto cuarto  y alguna más aparece para hacer sonar el piano y la trompa de Vinayaki cuando barrita. Al compás de los latidos de su corazón, Vinayaki se hace mil preguntas en su sueño, preguntas que quedarán resueltas en el sexto acto en el que la transformación se produce para ella y su amiga Harriet. En el último acto, Vinayaki abre sus ojos nuevos y sus miedos desaparecen ¡sigue siendo ella!

Es un libro emotivo, cercano a las vivencias de todas las personas que lo escuchamos y que ha puesto en marcha diferentes proyectos y actividades. Las ilustraciones trasmiten todo lo que el álbum quiere – la ternura y cercanía de los personajes, por ejemplo -con miles de detalles que nos ayudan a vivir cada uno de los momentos de la narración. Ellen Duthie nos propone adivinar qué personajes dibuja cada ilustrador, ya que dos se reparten la tarea, Javier Sáez Castán y Manuel Marsol. Será una tarea difícil, pero observaremos dibujos de cada uno de ellos, volveremos a leer algún cuento que tenemos ilustrado por estos artistas y lo intentaremos. Los ojos es un tema recurrente en nuestra escuela y a partir de la lectura de este álbum lo vamos a retomar. Haremos ojos con objetos, con diferentes tipos de tejido, ojos que podemos usar para posibles arreglos de peluches o muñecos estropeados o para ponérselos a reproducciones de muñecos en cartón -al igual que la doctora que arregla a Vinayaki debemos colocar los ojos alineados y en el lugar topológicamente adecuado, para formar la cara del muñeco que queremos arreglar. Y finalmente el proyecto estrella será grabar una nueva película, estamos terminando la primera de un detective que toca la guitarra. En nuestra segunda película, Vinayaki visitará nuestra escuela. Ya tiene su par de ojos nuevos, pero necesita unas gafas para protegerse del sol y le contaron que en nuestra escuela tenemos muchos modelos de gafas. Nos contará su historia – representación de los siete actos del cuento – y veremos qué modelo de gafas elige. Aún no tenemos título, sí hay candidatas y candidatos para los personajes y la historia nos emociona.

 En breve en nuestra escuela se escuchará – Silencio, se rueda.  Próximamente anunciaremos el estreno.

Mirta

0

LAS VISITAS DE NANI Y NUESTRAS ABUELAS

Las visitas de Nani Emma

Esta semana, mi abuela habría cumplido 110 años. Se sentía absurdamente orgullosa de haber nacido el 11/11/11 y lo contaba mil veces a todo el mundo, como un sortilegio o un conjuro, como si considerase que ese dato la convertía en una especie de “elegida”.

Fue mi gran narradora, la mejor. Mezclaba cuentos de hadas con romances cantados, como “Un sevillán sevillano/ siete hijas le dio Dios…. Pero sobre todo me contaba historias de su vida: de su infancia (“Cuando era niña, cuidaba los caballos de mi padre en el monte…”), de la guerra y la posguerra…

“Tu bisabuela Paula era una joven vasca con un futuro prometedor, que lo abandonó todo para venirse a Asturias con un empleado de la RENFE. Pero el amor la dejó viuda con 34 años y ocho hijos. Cuentan los que vivían cerca de su casa, al lado del cementerio, que jamás vieron ni oyeron una lágrima: su alegría, un guiso de patatas y una botella de vino para todos convertían a la familia en una troupe de artistas que cantaban, daban palmas y bailaban sobre las mesas. “Hoy toca fiesta en casa de la Paula”, dicen que decían. Allí sólo se hacía el silencio algunas madrugadas, cuando se oían los disparos de un fusilamiento entre las tumbas. Paula sabía entonces que había alimento nuevo para la fosa y ella, que no era creyente, hacía la señal de la cruz como muestra de respeto y prohibía a sus hijos jugar esa mañana.”

“A tu abuelo, lo metieron preso durante 8 meses por guardar en casa la bombona de butano del vecino, de Paco.  Dijeron que era comunista. Después de aquello, Paco desapareció; nunca volvimos a verlo ni supimos nada de él…”

Recordarla estos días ha sido inevitable.

Una de mis formas de hacerlo ha sido llevar al aula de Literatura Universal Las visitas de Nani, leer fragmentos de este delicioso libro que cuenta la vida y los viajes de una mujer procedente de una zona de la India que hoy pertenece a Pakistán,  que atraviesa países y continentes para ver a sus hijos y a sus nietos. Es un libro mágico, alegre, festivo. En cada una de sus visitas  Nani, la abuela viajera, se las ingenia para transmitir los rituales, historias, recetas y rutinas propias de su cultura de origen.  Con Nani viajan  sus maletas cargadas de cuentos, dioses, especias, telas, olores, mantras y sorpresas.

Hablamos luego, mis chicas y yo, de nuestras abuelas; pero antes nos preguntamos por qué “la abuela” no era un personaje habitual en la literatura. Haciendo memoria, solo se nos venía a la cabeza la infeliz abuela de Caperucita, poco más que una excusa para que la niña saliera de casa o mero alimento del lobo. También recordamos a la ogresa-suegra de la Bella Durmiente, capaz de comerse a su nuera y a sus nietos. Yo, que he leído algo más que mis alumnas, rescaté también a la desalmada abuela de la cándida Eréndira y a la madre de Bernarda Alba.

Las abuelas, que tanta ternura despiertan en el imaginario colectivo y que han sido tradicionalmente las primeras narradoras, no parecen haber sido jamás en la Historia de la Literatura protagonistas; solo viejas tontas, locas o malvadas que aparecen esporádicamente en muy pocos relatos.

Se sembró entonces en nuestra clase la idea de un proyecto, el Proyecto Abuela, con tres líneas de actuación:

1º.- Rastreo de abuelas en la Literatura Universal. Análisis del personaje en las obras en las que lo encontremos.

2º.- Historia de nuestras abuelas. Nosotras las convertiremos en protagonistas de libros que, a la manera de Karishma Chugani Nankani, nos transportarán a otros tiempos y a otros lugares.

3º.- Vamos a hablar con abuelas. El contacto con el Centro de Día nos da la posibilidad de invitar al Instituto a mujeres que nos hablen de sus nietos, de la relación con ellos, de lo que sintieron al convertirse en abuelas. Nosotras corresponderemos hablándoles de nuestras abuelas, de la relación con ellas, de lo que sentimos por ellas. No sé lo que saldrá de este intercambio, pero intuyo emociones fuertes.

Y en eso estamos. En eso estoy. Habrá, claro, una segunda parte de esta aventura que empieza, en la que os contaré el resultado de nuestras investigaciones, escrituras y tertulias. De momento, la ilusión, nada más que la ilusión y nada menos que la ilusión.

Abu, te debo una.

(Emma Cabal)

 

 

 

 

 

 

 

0

PICTOGRAMA. El origen de la escritura china

Pictograma

Pictograma. El origen de la escritura china

Po Yen Chang

Editorial Thule, 2011

Bea es una bruja maga que habita en un bosque de cuentos. Yo tengo el placer de conocerla y un día me dijo: “este libro es muy tú”. Sé que me quiere y no lo dice porque el libro esté descatalogado y yo podría estar “descatalogada”, no …

Y como siempre Bea, la maga, tenía razón. El libro se titula Pictograma. El origen de la escritura china. Es un libro en formato pequeño, rectangular pero casi cuadrado y para mis alumnas y alumnos, disfrutándolo en mi compañía en la escuela, fue un libro REDONDO.

Sus cubiertas son de tapa dura con un grabado en blanco y negro, color que se repite en todo el libro con una sola excepción: unas manchas rojas en una doble página. Aparecen en ese color por dos razones (creo yo): porque son necesarias, imprescindibles para la narración, y porque el rojo y el negro tienen gran importancia en la escritura china.

Bea también dice (y yo lo comparto y mi alumnado aún más) que la lectura es juego, movimiento, emoción y disfrute… aunque escuchando el audio de Bea contando Las siete cabritas se podía cortar el silencio y cuando alguien dijo “a ver”, otra peque contestó: “no hay nada que ver, sólo lo cuenta con la voz”.

Pues con Pictograma hubo movimiento, mucho movimiento. Hubo juego, dramatización, necesidad de vestuario, de improvisar escenario, necesidad de recrear, necesidad de jugar.

En clase a diario, en la hora del bocadillo, siempre o casi siempre se repite la misma escena. Gritan: “¡equipo plátano!”, “¡equipo galleta de chocolate!” levantando su merienda. Lo mismo ocurre cuando repartimos pinceles: “¡Equipo amarillo!” “¡Equipo azul!”

Empezamos a leer el cuento. Primera página: solo texto en letras minúsculas en negro. Les resultan familiares porque son las letras de palote que nosotros utilizamos en clase para escribir. Y se produce la magia, como siempre ocurre con los cuentos. Aparecen los primeros personajes, el Emperador amarillo y sus enemigos bárbaros. La historia continúa. La narración discurre a lo largo de las cuatro estaciones del año. Cada día leo una estación recordando la anterior, pero (siempre hay un pero) nos vamos adentrando en la historia física y emocionalmente. Me explico: elegimos quién será el Emperador amarillo (que debe elegir a su equipo, su equipo amarillo naturalmente) y al jefe bárbaro (que como no tenía palacio decidimos que viviría en los bosques y su color sería el verde). En la primera estación del año se produce una cruenta batalla. ¡No hay remedio, debemos pelear! Utilizaremos espadas especiales, esos rotuladores que no pintan y que guardamos para diferentes actividades.

Las estaciones se suceden en la narración y cada una de ellas supone un problema a resolver que escuchamos y representamos. Junto con Cang jie, consejero del Emperador, descubrimos que dibujando también podemos contar cosas y que esos dibujos podemos hacerlos con muy pocas líneas.

La narración termina con un capítulo que se titula “el cuento no termina aquí” y así fue y todo lo que hicimos (o casi todo) quedó recogido en este video que podéis ver en el enlace:

https://youtu.be/Q_Uysbl5nfM

La magia de los cuentos necesita un poco de ayuda, pero magia es. Casi siempre un cuento llama a otros cuentos. Después de esta experiencia lectora, un libro que habíamos leído hace tiempo en carnaval, para hacer un dragón chino, saltó de la estantería para volver a ser leído: El nacimiento del DRAGÓN. Uniendo las dos narraciones, esta vez  nos llevó a inventar nuestra firma “ en chino” y grabarla en gomas de borrar… pero eso es otra historia que tendremos que contar y mostrar.

MIRTA

0

BÁRBARO

cubierta de bárbaro

Bárbaro

Renato Moriconi

Colección Los especiales de A la orilla del viento

México D.F.: Fondo de Cultura Económica, 2015

 

Reflexiones iniciales

-¿Leer es decodificar un texto? .

 Una habilidad esencial para aprender a leer es decodificar.  Decodificar requiere conocer las relaciones entre las letras y los sonidos para poder pronunciar las palabras escritas; pero eso, solo eso, no es leer.

-¿Se puede leer un cuento que no tenga texto, que solo contenga ilustraciones, buenas ilustraciones?

Se puede y se debe.

-¿En qué etapa educativa?

En todas

 

Reflexiones bárbaras

Bárbaro es un pequeño guerrero montado en su caballo con espada y escudo. Nuestro pequeño guerrero cabalga con su melena al viento protegido por un casco. Nada le detiene, ninguna de las situaciones extraordinarias a las que se va enfrentando: flechas, diablos, serpientes, plantas carnívoras, dragones… nada interrumpe su marcha. El final es inesperado, sorprendente, real y remata el fantástico viaje de nuestro pequeño. Como dicen cuando contamos el cuento: “se le acabó la aventura”.

Quiero contar la magia que ha supuesto “leer” Bárbaro por primera vez en un grupo de niñas y niños de 3 a 7 años. Escribo leer entre comillas por lo que comenté en las reflexiones iniciales.

Siempre digo que todo está en los cuentos y que las historias se unen entre sí. En esta ocasión ha vuelto a suceder.

Digo que hubo magia al leer por primera vez Bárbaro, porque en ese momento todo era nuevo y no podían anticipar qué contenía la nueva doble página, lo que hacía que la atención fuese máxima.  Hubo magia porque les hizo recordar una experiencia lectora anterior y también por lo que encontraron después de leerlo y me  enseñaron como “un hallazgo”. Pero eso lo contaré mas tarde.

Lo hemos leído muchas veces. Lo han llevado a casa y las niñas y niños vuelven al cuento una y otra vez. Bárbaro es su amigo.

La primera vez que lo leímos yo iba enseñando las dobles páginas mientras ellas y ellos contaban lo que veían. La primera discusión surgió entre quienes decían que luchaba con cada uno de los personajes con los que se encontraba y un niño que se enfadaba y rectificaba diciendo:

-¡No lucha! Solo salta y no le pasa nada.

Al llegar a la página en la que se enfrenta a los cíclopes, surgió el primer momento mágico. El curso pasado leímos la leyenda de Polifemo, dentro del trabajo del tema general “Los ojos”, inspirado ¡cómo no! por otro álbum que encontré en “nuestro mágico Bosque de lecturas”. Como Ulises, llegamos a una playa: la playa de Perlora. Allí pintamos una madera con forma de ojo y dramatizamos la leyenda.

DSC_0126

Bajamos el ojo a la playa y dibujamos en la arena la cara de Polifemo.

DSC_0166

IMG_1936

Con su pelo de ocle, allí la dejamos hasta que el mar la borrase.

No estaba preparado, ni pensado, ni intencionadamente recordamos esta actividad, pero  al “leer” Bárbaro llegamos a la página en la que se enfrenta con los cíclopes y con toda normalidad dijeron que esos eran “los otros cíclopes” porque “a uno lo dejaron ciego”. Aunque no recordaban el nombre, si recordaban la leyenda, y “leyeron” que Polifemo no podría pelear con nuestro guerrero porque no podía verlo.

Los comentarios de cada una de las situaciones, la necesidad de fijarse en todo los detalles, el observar que nuestro guerrero está siempre con los ojos cerrados cabalgando en su caballo hasta que llega a “la nada” como alguien dijo cuando encontramos tres páginas en blanco; notar cómo cambia  la expresión del protagonista, anticipar por qué cambia, sorprenderse con el final… todo eso es leer. A veces tenemos que volver a “leer” lo ya “leído” y lo hacemos de forma diferente o completamos la interpretación anterior. Esta vez no dicen que es un cuento que hay que inventarse porque no tiene texto. Esta vez me explican: “es como una película”. Y es que Bárbaro podría ser un zootropo o, como dice su autor en la entrevista que podéis leer en el enlace inferior, “como un tiempo de dibujos animados” en el que su formato estrecho y alargado permite ver el caballo arriba y luego abajo, acentuando así el movimiento. En la entrevista también se puede leer la biografía del autor.

https://www.fundacionlafuente.cl/entrevista-a-renato-moriconi-ilustrador/

Después de leer el cuento llegó la hora de los “juegos” y el siguiente momento mágico no se hizo esperar. Un niño me trae un caballo de juguete y me dice:

–Mira, Mirta: como el caballo de Bárbaro.

caballo

Como siempre o casi siempre, la magia la traen los cuentos. Puede que un zootropo o algo parecido también se materialice en nuestra escuela gracias a la magia de Bárbaro y a su caballo que -nadie sabe cómo- del cuento se escapó.

Mirta

En este enlace está contado el cuento con las ilustraciones en movimiento.

https://www.youtube.com/watch?v=U9boJh_ra6k

Y en este otro enlace cuentan el cuento en portugués.

https://www.youtube.com/watch?v=wlHC8XioPAw

 

0

PROYECTO ABUELITA

proyectoabuelita_p

Proyecto abuelita

Anne Fine

Traducción de Xesús Fraga

Nórdica Libros

Cuando hago alguna actividad sobre refranes con mi alumnado me doy cuenta de que apenas recuerdan unos pocos y otros los han ido sustituyendo por frases nuevas más propias de series melodramáticas juveniles que de esa sabiduría popular. Hay uno que siempre mencionan en sustitución de “no es oro todo lo que reluce”, o “las apariencias engañan” y es “no juzgues un libro por su portada”, aplicándolo, no a los libros precisamente, sino a las personas. Es entonces cuando les digo que, en el caso de los libros, la portada vaya si importa. Y tanto. Para bien o para mal.

Cuando vi la ilustración de la portada de Proyecto Abuelita, me fijé en el dulce título y leí el no menos amable resumen de la contraportada, me hice una idea completamente errónea de esta novela.

                Proyecto Abuelita es una apuesta valiente y bien desarrollada que sin remilgos nos enfrenta a una realidad tan actual y dura como la de las personas mayores dependientes, en una sociedad que no tiene ni tiempo ni espacio para ellas.

La editorial Nórdica recupera este libro de la autora Anne Fine, editado por primera vez en 1983, a través de su colección Nórdica infantil, a partir de una traducción del escritor y periodista gallego Xesús Fraga y con una bonita ilustración de portada, obra de Iban Barrenetxea. Ilustración a la que conviene volver entre capítulo y capítulo para apreciar el significado de sus detalles, de esa abuelita oronda y aparentemente feliz que nos mira. Dan juego también las guardas en las que contemplamos una habitación vacía, que parece no significar nada.

El libro se organiza en bloques divididos a su vez en capítulos de una extensión más o menos similar. Unos y otros aparecen precedidos por un breve título que nos pone en antecedentes de lo que vamos a leer. Desde el bloque titulado “Estúpida y glotona” hasta el último, “Despierta, ya”, la acción avanza inteligentemente, tan bien dosificada y distribuida que, al llegar al meridiano de la historia tenemos que recomponer nuestra visión inicial y pararnos a pensar que ni los malos son tan malos ni los buenos lo son tanto.

El título hacer referencia al “arma” que utilizarán Iván, Sophie, Tanya y Nicholas, nietos de la anciana Adelaide o Sra. Harrys, para evitar que sus padres, Natasha y Henry , la internen en una residencia de ancianos. De este modo quedan organizados los dos bandos enfrentados durante todo el hilo argumental: padres e hijos, y en medio la abuelita.

Iván y Sophie, los hermanos mayores, con una madurez incipiente, planean presionar a sus padres aprovechando un proyecto escolar de la signatura de Ciencias Sociales en forma de informe de denuncia sobre el abandono de los ancianos, y nada mejor para ello que tomar a su propia familia como modelo. Para ello necesitan la colaboración activa de sus hermanos pequeños, que esencialmente será teatral: lloros, pesadillas en mitad de la noche, angustia… atormentados por la idea de la marcha de la abuela. Y así se inicia el primer “Proyecto abuelita” que recogerá todas las situaciones conflictivas que sus padres viven por el esfuerzo que les supone atender a la anciana, especialmente a Natasha, su madre de origen ruso, que no puede ver ni en pintura a su suegra.

Pero, ¿por qué la redacción de un simple trabajo escolar puede tener tanta importancia? Pues porque Henry, el cabeza de familia, es el mediocre Jefe de Estudios del colegio de sus hijos. Ese proyecto, pues, pasará de mano en mano entre el claustro de profesores y lo dejará en evidencia.

Hay una fecha clave que servirá de desencadenante del plan: la cena que Natasha y Henry ofrecen en su casa al director del colegio y a otros colegas y amigos. Una cita anual que ilusiona e importa mucha al matrimonio. Pero como los personajes de esta novela son interesantemente complejos, Sophie flaquea, se compadece de sus padres e intenta convencer a su hermano, más revolucionario, de hacer las cosas de otra manera. Ya es tarde y todo se precipita.

En el ecuador del argumento, todo da un giro muy interesante: el contraataque. Los niños han sido descubiertos y pagarán por ello con una dura lección pero muy realista, ya que tendrán que convertirse en los cuidadores de esa abuelita a la que tanto quieren. Y llegados  a este punto hay que regresar nuevamente al refranero: “Obras son amores y no buenas razones”. Los sentimientos empiezan a ser contradictorios. Solamente Iván, como un héroe resignado, mantendrá la idea del proyecto aunque esta vez más nostálgico, ya que procurará recuperar los recuerdos de la vida de su abuelita, ese personaje continuamente latente que hace tambalear la vida de esta familia.

La anciana señora Harrys, en su mundo de luces y sombras seniles, habla poquito, pero a veces con tal fondo de verdad que sentencia las situaciones magistralmente  desarrolladas con ágiles diálogos en cada capítulo. Como cuando ella misma les espeta a todos en la cena del colegio, con infantil franqueza e ingenuidad:

-El día que tuve a Henry en mis brazos por primera vez mi propia madre me dijo: “Adelaide, ahora ya ha nacido. Y pronto comprobarás que mientras son niños harán que te duelan los brazos, pero cuando sean mayores harán que te duela el corazón”.

Anne Fine escribió esta obra con 36 años, ahora tiene más de 70. Me pregunto qué pensará de esta novela con la perspectiva que le ha dado el tiempo. Hay que poner en antecedentes a nuestros jóvenes lectores y lectoras sobre lo que van a encontrar en esta bonita narración que necesita cierta madurez y sensibilidad para abordarla. O quizás la sensibilidad también irá surgiendo a lo largo de su lectura.

El caso es que Proyecto Abuelita nos pone frente a nuestras propias contradicciones, nos acorrala con dilemas difíciles de solucionar, al menos rápidamente. Qué interesante sería poner en práctica los proyectos de Iván sobre su abuela. Un buen trabajo de campo en cualquier familia con personas ancianas dependientes quizás nos abriría los ojos a la problemática real que sufren. O si se quiere algo menos crudo, qué bonito sería recoger literariamente la narración de los recuerdos de  nuestros mayores, de los que aprenderíamos muchas cosas, pero una primordial: el respeto y cariño que les debemos, porque ellos fueron generosos con nosotros.

Alberto Lorenzo Villanueva.

 

0

EL SOL, LA LUNA Y EL AGUA

ekare-laura-herrera-el-sol-la-luna-y-el-agua-angeles-vargas-220x281

EL SOL , LA LUNA y EL AGUA.

Un cuento de Nigeria. Versión de Laura Herrera

Ilustraciones de Ángeles Vargas

Ediciones Ekaré-2015

Si tuviese que decir temas estrella que emocionan, interesan y aparecen constantemente en la clases donde conviven niñas y niños de Infantil, diría: los animales. Sus animales y los animales salvajes, en los que nunca incluyen a la lagartija porque “no hace nada”, pero sí siempre al lobo. El lobo les da miedo y aúlla a la luna.

Los  temas sobre animales se llevarían todas las medallas. Los dinosaurios serían oro. Plata para “los bichos”, ese grupo de animales diversos, todos pequeños, pero que siempre que aparecen en el recreo es un hallazgo digno de titular de periódico. Y la medalla de bronce… bueno, esa, no menos importante, se la llevarían las plantas: “ coger flores para mamá” , cortar hierba y amontonarla, plantar semillas, verlas germinar y crecer, cavar, limpiar malas hierbas y otras que no lo son tanto…

Resumiendo, animales y plantas son temas que motivan. Ahora bien, tenemos que tener en cuenta una cosa: el sol y el agua son necesarios para  la vida. Sin el sol y sin el agua no podríamos vivir ni las personas, ni los animales, ni las plantas. Y si hablamos de jugar, el sol y el agua son… ¿cómo diría yo? ¡imprescindibles!. Jugar con el agua, con la luz, con las sombras; regar, chapotear, experimentar, es siempre divertido. Vaya, que sol, luna y agua también son temas estrellas en nuestras clases.

Siempre pienso y defiendo que todo está en los cuentos: animales, plantas, sol,  lunas y lobos, agua… todos  “temas estrella”. Pienso y defiendo que todo está en los cuentos, pero no quiero decir con ello, de verdad que no,  “este cuento me sirve para trabajar este tema o este otro”… No, lo que quiero decir  es que mirar, leer, vivir en clase los cuentos, los buenos cuentos, es vital. Con este álbum, que aún no he empezado a reseñar, eso se percibe a primera vista, antes incluso de abrirlo y de saber la historia que guardan sus páginas.

También ayuda que en su título aparecen tres temas estrella -¿os acordáis?-: sol, luna, agua. Solo mirar la cubierta te atrapa, sientes el calor por el color y  presientes la atracción que van a generar la historia y sus personajes.

Esta leyenda Nigeriana nos habla de la época en la que el Sol, la Luna y el Agua vivían juntos en la Tierra. En doce ilustraciones a doble página, El Sol , la Luna y el Agua aparecen personificados y caracterizados por el color y la vestimenta, y nos cuentan su historia. El Sol, rojo y naranja; la luna, gris azulada; verde agua, el agua. La vestimenta de los personajes es africana, con colores y dibujos geométricos. Rojo y naranja llenan las páginas de todo el álbum transmitiendo la sensación de calor del clima africano. Y con esos mismos colores le dan un protagonismo especial al Sol y a su poder, pero la Luna vigila todo  su quehacer y lo supervisa.

Sol, Luna Y Agua son amigos, muy amigos, pero no siempre lo tienen fácil para reunirse y charlar, sobre todo el Agua. ¡Ocupa tanto espacio! y ¡viven tantos animales con ella…! El problema crece y crece hasta que no hay más solución  que saltar hacia lo alto.

Una retahíla nos acompaña en esta ascensión. Y como la poesía y las buenas narraciones tienen música en su interior, nos propusimos ponerle voz, melodía y percusión a la leyenda. El sonido africano nos llamaba y la recomendación final del libro nos  animó aún más. Dice así: “El sol, La Luna y el Agua es un cuento muy popular del folclore nigeriano y ha sido traducido y publicado en muchas lenguas. Esta versión incluye unos versos a los que se les puede poner música, porque dicen los cuentacuentos de Nigeria que una historia siempre queda mejor si se le suman los cantos, ritmos y bailes.

hebe sol 1

En nuestro Sillón Rojo leímos la historia, varias veces, tanto maestras como  peques. La leyenda ya era nuestra. ¿Qué podríamos usar para hacer la percusión? Unos tubos de cartón duro. ¿Y el sonido del agua? Compramos dos tipos de palos de lluvia. Botellas de plástico rellenas de pequeñas pinturas rojas, naranjas y amarillas para el sol y azules para la luna, nos servirían para la percusión del gran salto. Repartimos tareas, creamos vestuario. En realidad, como artistas de verdad, reutilizamos un vestuario que ya teníamos. Buscamos música  africana para el baile y una melodía para la retahíla. En equipo -de otra forma no hubiese sido posible- construimos una banda sonora para la leyenda nigeriana. Contamos la leyenda, la cantamos, y en el escenario de un teatro así se nos vio, escuchó, aplaudió… y este cuento se acabó.

MIRTA MORÁN

En esta dirección de internet está la grabación completa de la representación de todos los colegios que intervinieron en el curso de formación  CBS (Crea la banda sonora de tu vida) del CPR de Gijón, en el que participamos con El Sol, La Luna y el Agua.

https://www.youtube.com/watch?v=MTX8y5HBhbo ( en el minuto 13:00, nuestra actuación en La Laboral, en el concierto “Crea la banda sonora de tu vida”)

 

0

LOS ÁRBOLES SE HAN IDO

978841683002

Los árboles se han ido (Antología poética, 1921-1936)

Federico García Lorca

Ilustraciones de MO Gutiérrez Serna

Selección de Juan Marqués

Editorial: Nórdica Libros

Septiembre 2016

 

Este libro, en sí mismo una delicia para los amantes de la poesía, de Lorca y de la ilustración, se nos presenta como una “antología mínima” que a través de tan sólo 20 poemas (no son 20 poemas de amor y una canción desesperada, aunque en una de sus canciones, “Cortaron tres árboles”, esté inspirado el título del libro), unos más conocidos y otros menos, consiga mostrar los distintos poetas que habitan en Lorca desde 1921 hasta 1936. Para el editor de la misma están el surrealista, el infantil, el que produce ternura, el que provoca un escalofrío, el amoroso, el político, el sencillo, el desconcertante, el folclorista, el revolucionario, el feliz, el asustado, el hermético, el luminoso, el lacónico, el torrencial, el festivo, el trágico, el celebrativo y el que tiembla. Pero lo más interesante es que para cada lector pueden estar estos “Lorcas” u otros. ¡Quién sabe!

A priori y desde el punto de vista textual, el libro aparenta estar dirigido a lectores noveles de Lorca, que no conozcan mucho su obra, pero atendiendo más de cerca a los textos que componen la selección, también podría disfrutarlo y mucho un lector más experimentado, por la especificidad de algunos de sus textos pero sobre todo por el diálogo tan especial que se produce entre el texto y la imagen.

El libro está ilustrado por Mo Gutiérrez Serna, utilizando distintas técnicas y texturas, y una paleta de cromatismos muy variados -no sé si tantos como 20- para capturar en otro lenguaje la emoción que cada poema le produce a la artista. Hay en el libro un total de 26 ilustraciones, una por poema salvo en cuatro de los textos, “Romance de la luna, luna”, “Reyerta”, “Romance sonámbulo” y “Oda a Walt Whitman”, cada uno con dos imágenes y el último con tres.

Hasta aquí la información descriptiva básica que hace atractivo este nuevo libro de Nórdica: la poesía de Lorca, su verdad siempre y su innovación, las magníficas y sugerentes láminas de Mo Gutiérrez Serna, y el diálogo que se establece entre los dos lenguajes. Pero en él caben muchas otras posibilidades que se pueden explorar cuando pretendemos introducir a un grupo de adolescentes de 4º de Secundaria en este diálogo. Es difícil en general que lean y más aún que lean poesía, y sobre todo son reacios a los textos de compleja comprensión y en los que la interpretación supone un reto, pero cuando se les guía en el proceso y lo consiguen, lo disfrutan. Tienen miedos, por tanto, y son reacios, pero con los materiales adecuados estas experiencias son éxito garantizado. Y eso es lo que yo he visto en este libro: una “antología mínima” de posibilidades máximas.

  1. Leo y me emociono:

Comenzamos con los textos y su lectura en el aula en grupo grande. A mis alumnos les gusta especialmente que yo les lea los textos, y más los poemas (dicen que los entienden mejor). Yo prefiero que tengan siempre una primera experiencia lectora plena y autónoma, en su propia voz o en silencio, pero es verdad que la lectura en voz alta tiene esos y otros beneficios. Así que tendremos que sacrificarnos (bendito sacrificio!) y leerles los poemas. Los leeré en el mismo orden que vienen en la Antología, pero sin mostrar el contenido del libro.

Antes escribiremos en el encerado una frase, una cita textual de Lorca: “la poesía o tiene emoción o no tiene emoción, y esto es todo”, y les pediremos que expliquen qué significado tiene para ellos. Después daremos las instrucciones: escuchar cada poema y anotar en una tabla que se les ha facilitado la emoción que ese texto les ha suscitado. Pueden usar una palabra, varios sintagmas o una oración, lo que necesiten para acercarse lo más posible a su emoción particular. Y así haremos con los veinte poemas si disponemos de un tiempo dilatado, de dos horas al menos, para no congestionar al personal. Después hacemos una puesta en común por grupos pequeños para que todos compartan las emociones que les despertó cada uno de los poemas.

  1. Descubro los 20 “Lorcas”:

En una segunda sesión, trabajamos en grupos pequeños y les damos un juego de los poemas seleccionados en la antología (papel o digital) y los 20 descriptores con los que el editor de la Antología se refiere a las distintas voces contenidas en Los árboles se han ido. Insistimos que son en definitiva las emociones que le despiertan al editor y que se trata ahora de intentar relacionar cada una con uno de los poemas. Cuando acaben los grupos, se hará una puesta en común en gran grupo para la que se advierte que no hay solucionario y se comenta la comparación entre las emociones de los miembros del grupo y la del editor.

  1. Diálogo entre distintos lenguajes:

En esta sesión la clase se inicia en gran grupo con el visionado del booktrailer que la editorial NórdicaLibros ha hecho para Los árboles se han ido. Intentaremos ser cuidadosos y quitarle el sonido primero y ponerlo en el segundo 14, para evitar la relación con el libro. Los protagonistas ahora serán las ilustraciones de MO Gutiérrez en silencio. Al finalizar les podemos preguntar qué creen que son esos dibujos.

Después volveremos a poner el booktrailer, de nuevo en el segundo 14, pero esta vez con sonido. Os advierto que lo que suena es “Doce Canciones de García Lorca” de Paco de Lucía. El universo lorquiano que subyace en las ilustraciones quizá ahora vaya apareciendo. Lo comprobamos de nuevo con una pregunta.

De nuevo por grupos, y con un ordenador en cada uno, les invitamos a que relacionen cada lámina con uno de los 20 poemas. Para ello les recordamos que en cada ilustración la artista intentó plasmar con su arte plástico la emoción que como a ellos le produjo la lectura de cada poema.

Después de que tengan hecha la filiación, les pediremos que intenten describir con palabras propias, o titular utilizando un verso del poema de Lorca, cada dibujo de MO Gutiérrez Serna.

Y como cierre de la actividad les mostraremos el libro.

  1. Manos a la obra:

La última parte sería ya más libre, ofreciendo distintas posibilidades, para que escojan una de ellas: una más creativa plástica, otra más creativa poética y una más de investigación. La primera se trataría de elegir un poema de los 20 y crear una ilustración que trabaje también desde la emoción que despierta el poema. La segunda, partiendo de una lámina de Mo Gutiérrez, escribir un texto, preferiblemente un poema, que recoja esa emoción. Y en la tercera, se les invita a explorar el diálogo con otros lenguajes artísticos, como pudiera ser el cine (se les puede decir que uno de los poemas, “Paisaje sin canción”, le gustaba especialmente a Luis Buñuel y que lo utilizó en una de sus películas: “Mi último suspiro”), o con los propios dibujos de Lorca (que busquen la obra pictórica de Lorca y descubran si el poeta granadino tiene dibujos para alguno de esos 20 poemas o si ellos encuentran alguno que les pudiera servir para recoger esas emociones).

Rosana Llanos López

 

Enlace al booktrailer:

https://www.youtube.com/watch?v=oA59hGc9UN8

 

 

 

0

PROYECTO ABSURDO

tras-tras-cucutras-C-6[1]

Página del libro Tras, tras, cucutrás. Texto de Juan Clemente e ilustraciones de Aitana Carrasco. Editado por Kalandraka.

OBJETIVO: reírse, troncharse, desternillarse…

TEXTOS UTILIZADOS: Al menos una docena, que figuran al final de esta entrada

Hace poco tuve la suerte de verme inmersa en un debate sobre la lectura y su carácter lúdico. La discusión planteaba si era adecuado o no insistir ante el alumnado sobre la lectura como forma de divertirse, ya que es una tarea que también requiere un gran esfuerzo, especialmente en las primeras etapas de adquisición. Había quien opinaba que plantearla como algo divertido podía ser tomado por el alumnado como una manera de menospreciar ese esfuerzo. Hubo muchas opiniones y muy variadas.

A pesar de los argumentos planteados yo sigo pensando que sí, que es primordial mostrarles que la lectura es divertida, por costosa que pueda resultar a veces. Incluso hacerles ver cómo eso puede ser un aliciente más. El esfuerzo mental también es necesario para los puzzles, los sudokus, trabalenguas, acertijos o sopas de letras, y precisamente esa es la faceta que hace de este tipo de juegos un entretenimiento. La lectura, además de ser una tarea compleja, nos ofrece un espacio para la relajación, para el humor o para perdernos en momentos sosegados con nuestro pensamiento.

No todas las lecturas son iguales ni todos los momentos lectores son los mismos, pero creo que es primordial que aprendan a disfrutar de cada uno de ellos, porque si entienden que en la lectura pueden encontrar placer, querrán superar esas trabas que la dificultad del código les plantea.

Por eso en este proyecto absurdo hemos utilizado textos variados, en verso y en prosa, sencillos o muy complicados, para encontrar distintas maneras, siempre divertidas, de utilizar la lectura y la escritura en el aula. Nos basamos en la literatura inglesa del Nonsense, pero también buscamos la risa en la poesía española, tan rica en calambures, trabalenguas, anagramas y animaladas.

Todo comenzó buscando sinónimos del verbo reír en diccionarios online, ampliando así nuestro léxico con expresiones no siempre políticamente correctas, pero sí muy jugosas.

partirse el culo

Después pasamos a leer lo ya conocido, “ Tras, tras, cucutrás”,  para mejorar la velocidad lectora y la articulación. También nos inspiramos en él para escribir poemas basados en palabras compuestas, trabajar la rima y los anagramas.

 

Astronauta

Compraventa

Tajalápiz

Sombrero

Sobremesa

Bocadillo

Catalejo

Cuentos

Pasamanos

Trabalenguas

Guardabarros

Vaqueros

Teléfono

Tocadiscos

Paraguas

Dinero

Hernán 4º

 

Ya conocíamos A lo bestia pero lo utilizamos de nuevo para leer la última parte, Tres pies al gato, en la que se mezclan animales y objetos. Ampliamos ese juego con Animalario universal del Profesor Revillod, así como con otras imágenes que encontramos en internet para hacer nuestra propia colección de animales y definiciones, porque definir es categorizar y clasificar, meter en saquitos y expresarlo lingüísticamente, y con animales tan variopintos las definiciones se convirtieron en prosa poética o en el absurdo más divertido:

Roagui: es una animal terrestre de bellas plumas blancas y con un pico que parece un garfio. Hernán 4º

Cartipa: es un animal tranquilo y juguetón. Al atardecer salta por los árboles. Pablo 5º

Cenño: es un animal que vive en las casas. Se alimenta de muebles muy caros y cuando la gente ve que se los come dice : “No te comas eso, que me costó muy caro y no llego a fin de mes”. Pablo 5º

A pesar de que nos costó dejar atrás el Animalario universal del Profesor Revillod (que no se fue muy lejos para poder disfrutarlo en pequeños ratos libres) seguimos avanzando con cuentos cortos en prosa y en verso. Con “Cuando en Milán llovieron sombreros” de Rodari nos reímos mucho y aprovechamos para decorar el mural con una lluvia de gorros y sombreros variados, aprendiendo palabras nuevas como chistera o bombín. También leímos “El perro que no sabía ladrar” y escribimos finales con los que jugamos a adivinar quién había escrito cada uno de ellos. ¡No resultó nada fácil!

De las versiones de Roald Dahl de Caperucita y la Cenicienta sacamos mucho vocabulario nuevo y nos hicieron reír u horrorizarnos, así como hablar de temas personales que desde la clave del humor nos daba menos miedo abordar.

También utilizamos poesía tradicional española para hacer carreras de trabalenguas y aprovechamos para hacer nuestras propias creaciones absurdas basándonos en la cabra ética. Salieron seres tan variopintos como el Fantasma Perludo o la Fiesta Camesta:

En la cabra hay una fiesta

canesta

pelipenesta

casopelanesta

casabra

cusubresacabra

Tiene las patas

camisitesas

cacacositesas

pelatasecosasitesas

peparalas

pupasenaralas

           Hernán 4º

Aunque no tuvimos tiempo a profundizar en ellos leímos fragmentos de “Manual de calcetines salvajes” y “Chamario” y disfrutamos y alucinamos con las locuras macabras de Gorey.

Usamos “Los cretinos” y “Charlie y la fábrica de chocolate” para introducir a los personajes grotescos y llegamos a casi coger cariños a los señores Cretinos.

Después leímos “Disparates” de Gustavo Roldán y algunos limericks ingleses, que nos costaron un poquito más. Y esto nos llevó a la actividad estrella, la más divertida. Con unos monigotes crearon sus propios personajes absurdos y tras buscar la rima a lo que querían decir escribieron disparates tan divertidos como estos:

Érase una vez una mujer

que se ponía siempre vestidos

se pasaba sin respirar una hora

porque quería llevarlos ceñidos

           Carlota 6º

Érase una vez un hombre

que escuchaba por los ojos

veía por las orejas

tenía un bigote rojo

             Nel 6º

Érase una vez un hombre

con una boca de culo

los vecinos le decían

tírate pedos en el cubo

Nel 6º

 

Érase una vez un ser

que no se sabía si era chico o chica

porque llevaba ojos de hombre

y las cejas muy bonitas

             Andrea 6º

Quizás con este proyecto no hayamos aprendido nada políticamente correcto, pero si hemos comprobado que la lectura, incluso la más difícil, puede ser divertida y merece la pena.

limerick

TEXTOS UTILIZADOS:

ANIMALARIO UNIVERSAL DEL PROFESOR REVILLOD

Ilustraciones de Javier Sáez Castán

Comentarios de Miguel Murugarren

Editorial: Fondo de Cultura Económica

 

LOS PEQUEÑOS MACABROS

Edward Gorey

Editorial: Zorro Rojo

 

CUENTOS PARA JUGAR

  • El perro que no sabía ladrar
  • Cuando en Milán llovieron sombreros

Autor: Gianni Rodari

Ilustrador: Gianni Peg

Editorial: Alfaguara

 

CUENTOS EN VERSO PARA NIÑOS PERVERSOS

  • Caperucita Roja
  • Cenicienta

Autor: Roald Dahl

Ilustrador: Quentin Blake

Editorial: Alfaguara

 

LOS CRETINOS

Autor: Roald Dahl

Ilustrador: Quentin Blake

Editorial: Alfaguara

 

DISPARATES

Texto e ilustraciones: Gustavo Roldán

Editorial: La Galera

 

NONSENSE

Texto e ilustraciones: Edward Lear

Editorial: Pepitas de calabaza

 

POESIA ESPAÑOLA PARA NIÑOS

  • En el campo hay una cabra
  • Doña Díraga, Dáraga
  • Madre, notabre, sipilitabre

Recopilación de Ana Pelegrín

Editorial Taurus

 

CHAMARIO

Autor: Eduardo Polo

Ilustrador: Arnal Ballester

Editorial: Ekaré

 

A LO BESTIA

  • Tres pies al gato

Autora: Mar Benegas

Ilustrador: Guridi

Editorial: Republica Kukuludru

 

TRAS, TRAS, CUCUTRÁS

Autor: Juan Clemente

Ilustrador:Aitana Carrasco

Editorial: Faktoría K de libros

 

MANUAL DE CALCETINES SALVAJES

Texto e ilustraciones: Pablo Prestifilippo

Editorial: Faktoría K de libros

0

PROYECTO “PALABRAS DE LANA”

Los hilos de lana tejen. Tejen palabras dulces, tejen sueños de abuelas, tejen historias que, en este caso, ocurrieron en el aula. Cada enero debo trabajar el invierno y los conceptos relacionados con él en las actividades de estimulación del lenguaje y en las sesiones de AL. Muchas veces me pregunto cómo el alumnado, curso tras curso, es capaz de trabajar alrededor de los mismos temas. A mi me aburren. Por eso este año decidimos tejer con hilos de lana los conceptos relacionados con el frío, el abrigo, la nieve, y también muchos otros que surgieron gracias al nuevo punto de vista lanero.

Utilizando cuentos como introducción y una cesta llena de lana que nos acompañaba a todas partes, aprendimos procesos de elaboración de prendas a nivel industrial y a nivel artesanal. Con “La sorpresa” recordamos el auténtico significado de los regalos, a la vez que descubrimos lo que eran los hilanderos, el tinte o el tricoteo.

la sorpresa

Todos y todas nos enredamos en hilos para ver sus texturas, suaves o ásperas, clasificamos los colores de nuestro cesto y aprendimos la diferencia entre tonos claros y oscuros.

Luego llego el momento de pensar que más prendas se podían hacer con lana, incluso qué objetos divertidos se podían tejer o hacer a ganchillo. Decidimos elaborar un memory con el vocabulario aprendido y con fotos de las prendas que trajimos de casa hechas a mano por nuestras familias.

Hector_magali

Pronto nos entró gana de leer más y con “Héctor, el hombre extraordinariamente fuerte” llegamos a la conclusión de que lo único que necesitábamos para tejer era lana, aguja y manos. Fue genial, porque todas y todos aprendimos cosas nuevas y ningún Gedeón ni Leonardo intentó boicotearnos el placer de tejer. De paso aprovechamos para decorar el aula con ilustraciones y dibujos que fuimos encontrando en internet y que utilizamos para desarrollar la expresión oral, la descripción y la narración.

ovejitaq-vino-a-cenar

La oveja Timmy nos acompañó cada día y quisimos aprender más sobre estos animales. Sin darnos cuenta, también nos metimos en cuentos y poemas de lobos. Con “La ovejita que vino a cenar” lo pasamos un poco mal, hasta que descubrimos que el lobo tenía un gran corazón. Luego descubrimos que algunos lobos se casan con ovejas gracias al libro de poemas de Juan Clemente.

Lo de los poemas sobre ovejas y lana nos inspiro mucho y el monstruo escupepoemas nos regalo “oviejas” de Mar Benegas para llevar a casa. También susurramos el poema de la araña y el ciempiés de “Abezoo”.

ovejita-dame-lana-ES

Como nos encanta la poesía, pusimos un cartel en clase donde todo el mundo fue apuntando palabras que riman con lana, así pudimos inventar pareados rápidos y divertidos para reírnos cuando nos sobraba algún minuto en clase. También buscamos palabras que rimaban entre sí con el cuento “Ovejita dame lana” y repasamos el vocabulario de las prendas del invierno, pero era un poco complicado porque muchas prendas servían para lo mismo, por lo que nos dedicamos a definirlas y compararlas durante un par de semanas. Ahora somos capaces de expresar en qué se diferencian las toquillas de los cuellos y las bufandas, o por qué unas manoplas y unos guantes no son lo mismo.

Aprovechamos para cantar y aprender “El invierno está al revés” y vestimos a Cesar, tanto en el muñeco gigante de clase, como en fichas para tener en casa . La canción “Hay un palo en el fondo de la mar” nos encantó, porque hicimos montañas de prendas de lana.

Manual-calcetines-C_01

Con “Calcetines salvajes” nos reímos un montón, pero sin duda el libro estrella del proyecto fue “Hilo sin fin”. El silencio de la clase recordaba al pueblo nevado y en el cuento, igual que en el aula, todo se llenó de color con los hilos de lana.

4013

Son muchas las cosas que quedan sin contar: los más pequeños demostraron que son capaces de escribir ¡hasta con lana!, nos enredamos en hilos, enrollamos ovillos y nos divertimos un montón.

Noemi González

Recursos utilizados:

ÁLBUM ILUSTRADO:

  • Hilo sin fin.
  • Ovejita dame lana.
  • Héctor, el hombre extraordinariamente fuerte.
  • Calcetines salvajes.
  • La sorpresa.
  • La ovejita que vino a cenar.

POEMAS:

  • La araña y el ciempiés. Abezoo.
  • La oveja y el lobo. Tras tras cucú
  • A lo bestia.

CANCIONES

  • El invierno está al revés.
  • Hay un palo en el fondo de la mar.

CORTOS y VÍDEOS

  • La oveja pelada
  • Vídeos sobre la producción tradicional e industrial de la lana.

Podéis ver el proyecto completo, con todas las imágenes, en ISSUU, pinchando Aquí